Testimonios
Personas como tú que han querido aportar su granito de arena.
Gracias a todos por ser parte del puzle MOVIMIENTO AZUL.
Anímate y hazme llegar el tuyo, entre todos nos podemos ayudar.
Buenas,
Invito a las familias a poner reclamaciones continúas ante estas situaciones, y que no las toleren ni las acepten, al final lo único que conseguirá cambiar las cosas son cadenas de reclamaciones por escrito que reflejarán en su estadística que “algo no va bien” y eso es una cosa que no gusta a los políticos.
Crecí con una frase de mi madre…»Hija que mal dormías de pequeña!!! Ojalá tus futuros hijos duerman bien».
Pues no tuve esa suerte, al autismo de mi hijo se le sumó el trastorno del sueño, presente en un alto porcentaje pero con una amplia variabilidad.
Con lo que jamás conté fue con que literalmente mi hijo no durmiera.
NO durmiera.
Siempre fue un niño con mal dormir, muchos despertares y poca cuna que se solventaban con el colecho, porteo y teta disponible siempre.
Cuando llegó el diagnóstico todo empeoró hasta el punto de que mi hijo dormía dos horas diarias en total, ahí comenzó mi peregrinaje hacia puertas de médicos y consejos de expertos que creo que jamás me creyeron cuando les presentaba los registros del sueño de mi hijo.
Pero cómo va a dormir dos horas diarias! Estaría muerto! Pues no ..Vivo y por suerte perfectamente sano, activo, buen humor, sin somnolencia de ningún tipo y buscando estímulos de forma continua.
Al principio lo pasas mal pero no eres consciente, eres una mamá-cuidadora que también tiene que trabajar fuera de casa y van sumando días en esa rutina hasta que un día tienes una salida de vía yendo al trabajo y acabas en una cuneta, sana y salva pero psicológicamente deshecha.
Cuentas las horas que has dormido en dos años, asumes la falta de atención constante, la imposibilidad de contestar correctamente, no haces frases coherentes, abandonas tu salud y asumes que eso es lo que tienes que aguantar.
Oyes a otras madres cuyas quejas por el sueño te parecen de risa pero… Cómo vas a decirle que te dan ganas de reírte en su cara ante lo que cuentan? Lo dejas pasar y explicas tu caso, cejas levantadas de incredulidad se antecedenten a la frase… Eso que dices es imposible! Estaríais muertos!
Pues si, estaba muerta y no lo sabía.
Al revés de lo que piensa todo el mundo, cuando pasas meses sin dormir de forma adecuada no te vuelves una zombi, todo lo contrario, la adrenalina corre por todos los poros de tu piel y es lo que hace que estés mucho más activa, y llega un día en el que te das cuenta de que cuando puedes dormir tampoco es posible porque tu cuerpo dice…Para qué? Si se va a despertar en hora y media?
Pasan los días y llega la siguiente fase… La salud propia, a toda la sintomatología anterior se suma pérdida de visión, dolores de estómago incapacitantes, alteraciones menstruales, pérdida de apetito, mareos y acabas ingresada sin saberlo un día de repente.
El médico de urgencias te dice … Esta situación te va a matar.
Me volví loca preguntando a otras mamás sobre este tema y ninguna estaba en mi misma situación, hasta que la encontré… Encontré a otra mamá que puso en sus labios mi situación, me abrazó y me guió, te debo mi salud reina, si me lees sabrás quien eres.
Y decides actuar,
Decides actuar con todos los conocimientos que tienes y acudes de nuevo a profesionales que siguen sin creerte pero ya exiges soluciones, no es una tontería, tienes q tener salud para poder cuidar de tu hijo dependiente y para poder vivir.
Tras las pruebas pertinentes empezamos con medicación, ya que la famosa melatonina a mi hijo le hacía el mismo efecto que un soplido a un ciprés de 15 metros. Jamás estuve en contra de la medicación, cuando es necesaria hay que hacerlo, y tras dos años durmiendo dos horas diarias y días de 45 minutos en total había que hacer algo.
Mi hijo tenía 3 años por lo que empezamos a probar, con dosis pequeñas.
Una medicación lo dejó ko un día entero, otra lo durmió de día y de noche nada, otra lo tuvo llorando todo el día y finalmente dimos con la adecuada para su caso. Huelga decir que lo que sirve hoy puede que no sirva el mes que viene.
Mi hijo empezó a hacer 5 horas seguidas y le dije a la neuropediatra que me bastaba, tras dos años sin dormir para mí 5 horas eran un lujo. Ese día me pidió perdón y me dijo… Si con 5 horas tienes suficiente es porque realmente tenías razón en lo que me decías.
Aluciné.
Aluciné.
Llevo 5 meses durmiendo «algo» pero en comparación es un mundo, tengo pánico a que lleguen esos días en los que la rutina cambia, o hay una alteración climática y mi hijo aún con medicación vuelve a lo anterior. Son días sueltos que me recuerdan la verdadera tortura que he vivido.
Porque no dormir es horrible, horroroso, es lo peor que he vivido.
Me cogí excedencia y me dediqué a descansar (no dormir), mi cerebro aún necesita tiempo para poder tener rutina del sueño, pero al menos veo la luz en ese aspecto.
Sigue durmiéndose a la una de la madrugada y despertando a las 6 la mayoría de los días, pero para mí es suficiente, estoy ganando en salud aunque soy consciente de que sigue sin ser un sueño reparador.
Vivo con miedo absoluto de que la situación vuelva atrás, en la sombra quedan esos dos años en vela de insomnio e incomprensión alrededor, pero los tengo tocándome el hombro casi a diario.
Mi salud mental no me la estaba robando el Autismo, si no el trastorno del sueño, yo quería tener el derecho de llorar de noche mientras mi hijo dormía para lavar mi interior y sacar toda la pena de mi duelo, pero no podía.
Ahora descanso más, pero en etapas de cambios el fantasma aparece y abro todo para que se esfume.
Sé que aún me acompañará mucho tiempo ya que no sabemos hasta cuándo esta situación funcionará o tendremos que tomar otros derroteros, pero con unas horas de sueño la vida se ve diferente.
Aunque preferiría no verla tan temprano, que tengo sueño.
Honrad el sueño quien lo tenga, no sabéis que valor tan grande
RETO DOBLE EVERESTING PARA MOVIMIENTO AZUL
17.696 mt de desnivel que dieron para mucho, el reto consistía en completar un doble Everesting. Para concluir semejante locura se tendría que acumular el desnivel de la montaña más alta del mundo por doble vez. Para ello escogimos como escenario la montaña del Turó de L’Home, la cima más alta del macizo del Montseny, donde se tendría que ascender más de veinte veces llegando a un tiempo estimado de cincuenta horas. El frío, la lluvia y las cambiantes condiciones meteorológicas añadieron aún más dureza al reto, además del handicap de llevarlo a cabo con una bicicleta nada convencional para la ocasión con solo seis marchas y ruedas de 17 pulgadas. Fue uno de los retos más difíciles de completar, e incluso se vivieron momentos de casi al límite del abandono, pero tenía que cumplir con el principal objetivo de esta locura con sentido que era el poder transmitir el mensaje:
CONCIENCIACIÓN TEA
DAR VISIBILIDAD A TODOS ESOS NIÑOS QUE PADECEN EL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA PARA QUE TENGAN UNA MEJOR INTEGRACIÓN SOCIAL SIN SUFRIR NINGÚN TIPO DE DISCRIMINACIÓN EN MATERIAS DE SALUD Y EDUCACIÓN
Los retos se deben aplicar a la vida misma, todos tenemos un reto en nuestra vida, hay que avanzar sin miedo, sorteando todo tipo de barreras, todo está en la mente.
Recuerda algo fundamental, la meta la pones tú.
Toni Torrejón
Me resulta difícil hablar de esta mujer. Montse. Se me ponen los pelos de punta sólo al nombrarla y conviví con ella relativamente poco, en el trabajo, pero muy intenso porque no pasa desapercibida, por eso no somos sólo compañeras, sería imposible.
Tiene un motor, una fuerza y una esencia que le hacen ser más que mujer, jabata. Mi JABATA. Esa que entrega 24 horas al día.
Una energía que no tardas un segundo en percibir de dónde llega. Iago y Edgar. La expresión en su máxima potencia de la frase “no hay nada que una madre no pueda hacer por sus hijos”. Literalmente, NADA.
Ahora se embarca en un proyecto nuevo y no puede salir de otra forma que no sea fenomenal porque lo hace con el corazón y, de ese corazón, todo lo que salga rompe cualquier barrera: las que la vida le ha marcado con los amores de su vida, las que cada día destroza con su nobleza, vitalidad, simpatía y con un par de ovarios que para mí quisiera.
Movimiento azul es el proyecto que tenemos que levantar todos. Porque hay que dar visibilidad a esos niños y a TODOS sus derechos. Porque hay madres y padres dejándose la vida. Lo que yo haría. Lo que tú harías.
Lo que te propongas, lo que conseguirás, “Monchi”.
Te quiero, bella.
Blanca
«Se abrió la puerta de la consulta y entraron unos preocupadísimos padres con su hijo de 18 meses. Fue entonces donde Iago dejó de ser un nombre de una primera consulta, se convirtió en mi pensamiento durante mucho tiempo. Y fue entonces donde, sin pensarlo, me dejaron entrar en el mundo de su hijo para ver el mundo como él lo veía, y fue entonces cuando tres iniciales (TEA) comenzaron a formar parte de la familia. Tras varios años, volveríamos a vernos, esta vez con el pequeño. Una familia donde la madre tatuó una pieza de puzle en su brazo, quizá para que le diera fuerza día tras día, quizá porque se sentía fuera del mundo o quizá porque encontró su objetivo de vida…. Sea como fuere, dejaría de vivir para ella, para vivir para ellos, sus dos amores, sus dos TEA, sus dos piezas de puzle.»
Sheila Alcaraz, Psicóloga clínica
¿Qué es lo que marca la diferencia en la vida de las personas?
Siempre me hice esta pregunta, y analizando multitud de biografías de grandes avatares de la historia, todos dominaban el pensamiento, se centraban más en trabajar en su circulo de influencia y menos en las circunstancias externas.
Cuando somos totalmente conscientes de que no podemos controlar las situaciones externas, pero sí podemos fluir con ellas, siendo menos reactivos y más pro-activos, parte del gran dolor se libera. Esta es una cualidad que tiene Montse, la mamá de los protagonistas de esta bonita historia, Iago y Edgar, ella ha entendido que la resistencia no es el camino, y quizás la aceptación es un paso para poder encontrar el camino correcto a recorrer en este plano terrenal llamado vida, que sin duda esconde un gran aprendizaje. Todo es posible mientras tu CREAS en ello.
Iván GÓMEZ LÓPEZ, Policía Nacional y Autor de la trilogía “MENTALIDAD APTO” www.ivangomezlopez.com
Soy Cati, mamá de 2 niños. Uno de ellos tiene 4 años y está diagnosticado de TEA. Un diagnóstico que te cambia la vida, te enseña valores, te enseña a vivir y sobre todo a valorar lo que realmente es importante, pero hasta que llegas a ese momento tienes que pasar situaciones difíciles, muy difíciles.
LA BARRERA MÁS GRANDE A LA QUE SE ENFRENTA UNA PERSONA CON AUTISMO NO ES SU CONDICIÓN…
Sino, la forma como la sociedad le percibe. Nosotros nos hemos enfrentado a mil obstáculos, porque a la sociedad le queda mucho que aprender y siempre estamos pidiendo perdón, perdón por si mi hijo le molesta, perdón por si mi hijo no se está quieto, perdón…perdón. Cuando realmente es a nosotras a las que deberían pedir disculpas de todo aquel que no acepta la diversidad!!
No todo es difícil y de mal trago, no. He de decir, que he conocido gente maravillosa, gente de corazón que te ayudan, que aprecian cada momento junto a nosotros. Tenemos la suerte de tener profesionales que le ayudan en su aprendizaje, que se vuelcan en la familia…TODO EN TI ES MARAVILLOSO, son tantas cosas, lo gratificante que es TU MIRADA, TU SONRISA, TU PUREZA. Eres transparente y eres ESPECIAL, desprendes una magia que sólo puedo DAR GRACIAS, porque llegaste a nuestras VIDAS para enseñarnos a VIVIRLA, ya no tengo ese miedo que sentí un día, ese miedo lo convertí en FUERZA Y VALOR. Hoy tengo claro de por qué, para qué, cómo, cuando y todo eso que me pregunté…..hoy esas lagrimas de dolor, rabia, incertidumbre, son de alegría cada vez que haces algo nuevo y no me canso ni me cansare de decir, como en mi piel tatué, TUS PEQUEÑOS PASOS SON MIS GRANDES TRIUNFOS.
Cati Agulló
Hola soy Alex
Conocí a Montse y su proyecto por casualidad, enseguida comprendí que ante las dificultades es de aquellas personas que se crecen, no se arruga y dan lo mejor de ellas enfrentandose de cara a las sorpresa que te pueda traer la vida.
Es de admirar que sepa gestionar de esa manera su energía y su vida para ayudar a concienciarnos a través de este proyecto de lo que es el AUTISMO, dando apoyo, herramientas, consejo y solidaridad a familias que lo puedan necesitar.
No quiero dejar de mandarte mucha energía y mucha suerte en esta aventura que has iniciado, espero de corazón que te ayude a ti a muchas personas.
Cuando el azar te acerca al AUTISMO tienes dos opciones o mira hacia otro lado o puedes colaborar tú decides.
Un abrazo para ti y los tuyos
Alejandro Rodríguez
CREACIÓN WEB TENERIFE
«Ya con 10 meses veía que algo no iba bien con Jon. Esa mirada perdida, esa independencia y falta de apego hacia mí… Con los meses todo se hizo más evidente. Tener conocidos con hijos con TEA me puso en guardia y me ayudó a verlo claro desde el principio. Desde entonces busco cada día nuevas herramientas y métodos de aprendizaje. No solo para él, sino también para mí, para poder ayudarlo desde el respeto.
Conocer Movimiento Azul me ha ayudado muchísimo. Poder contactar con otros papás y mamás que conviven con el TEA en primera persona y poder ayudarnos mutuamente con nuestras dudas y compartir alegrías y tristezas es la mejor medicina».
Muchas gracias Montse por todo lo que haces
Marta García
Hola, soy Hugo tengo 10 años y soy TEA. Monto a caballo, nado, voy en bicicleta, me gusta dibujar y soy fan de Barrio Sesamo.
El que está a mi lado es mi padre Juan, que siempre me hace rabiar pero como mamá me quiere un montón. Mis padres son amigos de Montse, desde hace poco, es una tía estupenda, y encima les gusta los caballos como a mí. Como dicen mis papis es una tía legal. Y ojalá hubieran más como ella. Lo que está haciendo por los niñ@s como yo…se merece un súper-abrazo, y decirles a esos papás y mamas que luchan cada día por nosotr@s que nunca se rindan, y nunca acepten un NO por repuesta.
SIEMPRE AZULES JUAN CANO, PAPA AZUL
Mi nombre es Inma y tengo dos niños, Raúl de 11 años, y Adrián con 8 años diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista [TEA].
Realmente las complicaciones comenzaron cuando Adrián se encontraba en mi vientre, pues con 26 semanas de gestación tuve contracciones e ingresé en el hospital durante tres semanas, sin poderme mover de la cama, con un gotero de una hormona llamada “Atosivan” para no producir contracciones. Aún así, antes de darme el alta me realizaron un cerclaje de urgencia y me mandaron a casa con reposo absoluto. Entonces teníamos a Raúl, que con 3 añitos, no pudo disfrutar de su mamá más que en la cama y no entendía muy bien lo que pasaba. Mi marido, José, se tuvo que encargar de todo en ese momento [trabajo, casa y niño], más los nervios de que el embarazo siguiera bien y no me pusiera de parto en cualquier momento, lo que le generó posteriormente una depresión importante que hubo que tratar.
Con todo ello, tras tres meses de reposo, llegó el día del parto y afortunadamente todo salió bien. Se acabaron los meses de encierro, de no poder moverme [muchísimo peor que el confinamiento que hemos vivido], me sentía como una incubadora, y por fin podría volver a jugar con mi niño pequeño, salir al parque a pasear a mi bebé, andar y sentir el sol en mi piel. Fueron los meses más felices de mi vida…. mi marido, mis hijos y poder volver a disfrutar de todo.
A los seis meses mi marido cayó en una depresión, que hasta que se trató no se pudo llevar una vida normal, pero afortunadamente mejoró muchísimo.
Alrededor de los 17 meses de Adrián, en una de las visitas a la pediatra, le comenté que veía al niño que no hablaba nada que me parecía extraño, ya que su hermano con esa edad ya decía muchas palabritas [Raúl fue un bebé muy hablador, le interesaban los cuentos, aprendió a leer de los primeros de su clase, en la guardería se sabía los planetas del sistema solar, le llamaban “el niño de los planetas”, pedía libros y videos del espacio, se sabía las lunas de diferentes planetas…en fin, sorprendidos estábamos]. Claro, con esto, no queríamos darle mucha importancia pues sería un niño más lento que su hermano. Pero la pediatra estuvo atenta, lo observó y empezó a hablarme sobre algo llamado TGD, que no me preocupara que ahora había muchas ayudas [años después me rio de esas ayudas], me dijo que en un mes lo observáramos y apuntáramos las cosas que hiciera o no, volviéndonos a ver después.
Salí del centro de salud, y en la acera de enfrente, aún no sabiendo lo que significaba esa palabra [TGD], con el niño en el carrito y parados, me derrumbé rompiendo a llorar, porqué algún presentimiento malo tenía y además lo de que “ahora hay muchas ayudas…”, me sonó muy bien.
Llegué a casa y consulte por internet la palabrita, TGD=Trastorno Generalizado del Desarrollo, sigo mirando, aparece Autismo en una página donde hay 10 puntos dónde poder comprobar si tu hijo está dentro de ese espectro. De esos 10 puntos, Adrián cumplía 8. Totalmente desolada, cuando llegó mi marido se lo dije, sus palabras “esa pediatra no se entera, que va a tener Autismo”, pero yo en lo más profundo sabía que SI.
Semanas después volvimos a la consulta, y le pedimos consejo de lo que teníamos que hacer, al Centro de Atención Temprana que ella conocía, para que lo valorasen y comenzaran con el tratamiento. He de reconocer que gracias a ella comenzamos pronto con la valoración, es una gran profesional y con mucha sensibilidad, pus no es fácil ser el primero que da esta tremenda noticia, cosa que meses después le agradecí personalmente.
Otra de las cosas que recuerdo mucho, es en una conversación telefónica con mi hermana comentándole lo que veíamos y lo que nos dijo la pediatra. Me echó una reprimenda, la quiero mucho pero se equivocó, me dijo que no comparara un hijo con otro, que uno era muy listo pero el otro no, pero que no exagerara que no tenía porque ser Autismo. Esto me hizo sentirme muy mal, porque ¡qué más quiere una madre!, que sus hijos estén bien, que no tengan ninguna dificultad. Esto no era exageración era un sentimiento, una realidad que se vería más tarde con el diagnóstico.
No empezamos valoración con 18 meses, pues tuvimos que operar a Adrián de Hipospadias, y entre esperar a fecha de operación y el postoperatorio, que tardaría alrededor de un mes, comenzamos en Diciembre con unos 20 meses. A él lo cuidaba una chica encantadora en casa, en horario en el que nosotros trabajábamos, con la que hubiéramos seguido de no ser por el diagnóstico, pues decían era bueno que fuera a la guardería para que se relacionara con otros niños, así socializaría. Primeros cambios que viviríamos, la guardería por las mañanas y el gabinete con una hora de logopedia y sicóloga, dos días a la semana por la tarde, en APSA. Mi primer contacto con estos profesionales.
Esto fue un duro golpe, una noticia difícil de encajar, que lleva su tiempo digerir porque estás perdida, pero lo verdaderamente duro es el día a día que es de largo recorrido y la lucha que hay que tener dentro y fuera casa, porque hay mucho por hacer. Antes de entrar en este mundo de la discapacidad pensaba que ellos estaban bien [el desconocimiento], que tenían toda la ayuda necesaria, pero no, en pleno siglo XIX queda mucho camino por recorrer, mucho por pelear con la administración en particular y con la sociedad en general.
Lo que ocurrió después lo dejo para otro día.
A partir de aquí toda nuestra vida CAMBIÓ [y todo cambio supone una ruptura], porque nuestros planes para nuestros hijos y nuestro futuro como familia se desdibujaron totalmente. Pero al mismo tiempo, comienza un camino largo repleto de esfuerzo y superación como jamás había imaginado, lleno de piedras y baches, que te cambia por completo como persona. No soy la misma de hace 8 años, soy más seria, más triste, más responsable, estoy más cansada, pero al mismo tiempo cargada del amor más puro que he conocido jamás, cargada de buenos valores, tolerante y respetuosas, más fuerte y más paciente para superar los obstáculos, que sabe disfrutar de las pequeñas cosas de la vida como si fueran enormes, porque hay que vivir los buenos momentos ya que son escasos y mañana no se sabe que ocurrirá.
GRACIAS INMA…
Miguel es un niño con TEA de 9 años, creo que el gran fallo fue que me lo diagnosticaron a los 6 años después de llevar desde los dos llevándolo al psicólogo de la seguridad social donde solo me decían que el niño era «normal». Si, esas fueron sus palabras, y digo yo, que es normal? que me lo expliquen… Pero yo sabía que había algo especial en él y seguí luchando, a los seis me dieron la noticia…. Tiene un trastorno del espectro autista con altas capacidades. Te vas a tu casa con esa bomba y apañatelas como veas… Pero estamos orgullosos dándolo todo por ayudarle! Sabéis solo con lo que no puedo con lo de «normal» estoy harta de escuchar… «ah, pues yo veo a tu hijo normal» … No puedo de verdad . Me encantáis que lo sepáis!
Sheila Salas
Nos llega un testimonio de un Papá anónimo, qué importantes sois en nuestra vida!
Gracias por todos esos profesionales, grupos de padres y gente que apoya…..gracias de corazón.
Para cada niño con discapacidad existe un MAESTRO DE VIDA.💙💙💙
MES DE FESTIVIDADES Y AUSENCIA DE RUTINAS
Soy madre de un adulto autista severo, y voy a contar lo que las fiestas y la falta de rutina supone en mi familia.
Soy de Valencia y ya tuvimos una semana sin centro ocupacional, con ruidos que no soporta y tener que subirle la medicación.
El día 20 de marzo comenzó de nuevo en su centro, y él por suerte a regularse otra vez, pero vino la Semana Santa donde vuelven a cerrar del 14 al 25 de Abril, esto supone un desgaste físico y psicológico, y a ellos un descontrol total, hasta en ocasiones llegan a una crisis, mencionando que hay días laborables en los cuales la madre, padre se queda sólo con esta situación.
No podemos llevarlos a ningún otro sitio que no sea el centro, como campamentos, excursiones etc, eso sería un cambio de rutinas, y un caos, porque necesitan un proceso de adaptación a los lugares y a las personas, hago extensivo mis palabras a otras familias con la misma problemática, bien porque tienen más hijos a los que atender o como mi caso una enfermedad.
Pienso que estos chicos sean pequeños o adultos no pueden llevar un calendario escolar como un colegio ordinario, pediría que les dieran más herramientas a los centros de educación especial y ocupacional, para poder abrir y hacer alguna actividad esos días, sería alivio para ellos y no un descontrol como es ahora, va por delante mi agradecimiento al cetro ocupacional donde asiste por su dedicación y ayuda a las familias pero no es suficiente.
@encarnacionnavarrojimenez
Aceptación por Vanessa Torres, psicóloga.
Cuidar a quienes cuidan
Bárbara Figueroa.
Soy Cristina, mamá de dos niñas y una de ellas con Trastorno del Espectro Autista, severo.
Bueno, mi vida fue como la de tantos padres, cuando te dan la noticia, dices, y ahora ¿qué? Buscas ayuda y no la encuentras en ninguna institución, sigues buscando y no encuentras nada.
Siempre aparece alguien en tu vida con el mismo problema, que te informa de lo que tienes que hacer, en mi caso fue así, y a día de hoy sigue siendo así.
Mi camino fue como el de todos, una montaña rusa con altos y bajos, cuando el autismo entra en tu vida, es así.
Nos mudamos a un pueblo de Barcelona, ya que Carla se hizo mayor y consideramos que necesitaba otras cosas, tranquilidad, otra estructura de vida y de enseñanza.
Esta nueva etapa comenzaba con una parada de autobús escolar adaptado, ahí conocí a Montse y a sus hijos. Sufríamos lo mismo, dejar a nuestros niños con autismo el primer día de cole, y ¡en un bus!
Yo era nueva en el pueblo y la verdad, al conocerla sentí que volvía a no estar sola en mis inquietudes y los problemas que conlleva el autismo .
Me contó lo que hacía con sus hijos, también tuvo los mismos obstáculos que yo. Pero ella tuvo el valor de crear el Movimiento Azul.
Me parece que es una labor magnífica, hace que preguntas o dudas que surgen en este camino tengan una respuesta de alguien que te pueda asesorar con su propia experiencia. Y también enseñar lo que hace con/por sus hijos, ver que dentro del autismo, hay gente como nosotros y se puede ser feliz.
Me encanta su labor y el valor que tiene.
Es una gran luchadora .
Movimiento Azul siempre en el 💙💪
Me gustaría poner mi granito de arena y explicar mi experiencia con una persona, la cual conozco hace muchísimos años y admiro, Montse.
Una chica que, a raíz de tener el diagnóstico de sus hijos, la vida le ha cambiado radicalmente, pero en vez de venirse abajo y hundirse, se ha reforzado y se ha adaptado a una situación que no es nada fácil.
He podido ver en primera persona el cambio, he visto cómo de dura es esta situación y cómo ha podido ser capaz de adaptarse. Estoy seguro de que es un camino duro, tanto para los niños con Autismo (TEA) y para los padres.
Es un trastorno sobre el cual no tenemos mucha información, es por eso que aplaudo y apoyo al 100% esta grandísima iniciativa que está llevando a cabo Montse con Movimiento Azul, requiriendo muchísimo esfuerzo y dedicación que no es poco con dos hijos con Autismo.
Desde MADFORM y personalmente, damos todo el apoyo y ojalá podamos reunir más ayudas para dar visibilidad y tener más información, ya que hay mucha gente que está en esta situación.
Es tan importante cuidar de los hijos como cuidarse ell@s mism@s. Es una situación muy dura Psicológica, Anímica y Física.
Mucho más de lo que podemos pensar (creo que esto, si no lo vives, es imposible darte cuenta del sacrifico personal que conlleva).
Vosotr@s tenéis que cuidar de vuestros hijos dependientes, por eso es tan importante que os cuidéis. Si tú estás bien, tu hijo también lo estará.
Os necesitamos al 110%.
Madform cuida al cuidador/a
Miguel Ángel Domínguez
Conozco a Montse desde hace más o menos siete años y la considero una AMIGA en mayúsculas.
Es una persona con las ideas y metas muy claras, siempre piensa en los demás antes que en ella misma. Creó con mucha ilusión Movimiento Azul, por y para dar visibilidad al Autismo, yo no puedo hacer otra cosa más que apoyarla, me parece un gran proyecto hecho desde el cariño con grandes propósitos que ella misma irá explicando.
No tengo más que palabras buenas para ella y su familia. Os deseo lo mejor.
Belén
Conocí a Montse hace muchos años, en una época en la que pasamos mucho tiempo viajando por desiertos, presentando nuevos coches, hablando de las motos mas rápidas y pistas de motocross, donde la aventura y la gasolina eran el motor de su vida.
Nos unió la pasión y la afición por vivir rápido e intensamente.
Pasaron los años y su vida tomó otros caminos, caminos que de una manera u otra, algún día se volvían a cruzar con el mío que sigue siendo vivir intensamente y hacer de mis aficiones mi trabajo y forma de vida.
Descubrí los problemas de autismo de sus hijos a la vez que yo fui padre de un niño.
Toda esa energía que desbordaba en aquellos años ahora la aplica al proyecto MOVIMIENTO AZUL, para concienciar al mundo de lo que es el autismo.
Admiro a las personas que ante las adversidades son capaces de luchar para salir adelante, siempre con una sonrisa y alegría.
Si entre todos empujamos un poco será mucho más fácil para Montse y para los niños autistas.
Que nunca pierdas la energía que tenías cuando te conocí.
Os deseo lo mejor para tu familia.
Manuel Tajada
SPORTS CYCLING EVENTS MANAGER
Me llamo Camila Rocío Páez. Tengo 20 años, me diagnosticaron autismo con TGD Trastorno General del Desarrollo y Espectro autista cuando tenía 4 años y síndrome de asperger a la edad de 13 años. Soy de la Provincia de Mendoza (Argentina). Mi infancia ha sido algo difícil, a la edad de 12 años, en el colegio ya sufría “bullying” por parte de mis compañeros de curso, hice la secundaria en la modalidad domiciliaria desde el 1er año hasta el 5to año, los profesores venían a darme clase a mi casa, terminé mi secundaria antes que empezara la cuarentena en mi país. Estoy estudiando un curso de Diseño Gráfico (Illustrator y Photoshop) y un taller de Teatro ambos virtuales por la pandemia, en la actualidad soy Auxiliar de Jardín porque me encantan los niños, me encantaría poder ayudar a que nadie sufra lo que yo sufrí por mi condición.
Gracias por esta gran iniciativa Movimiento Azul (Montse)
Camila
Mi testimonio empieza en el embarazo, tuve un embarazo gemelar, misma placenta y diferente bolsa (gemelas idénticas) y tenían que hacerme una eco en la semana 23-24 en Vall Hebrón (Barcelona), total, la hicieron y vieron que las niñas no estaban bien, que sufría una transfusión feto fetal, que eso quiere decir que hay un bebé donante y otro receptor… A todo esto me ingresaron de urgencia porque se estaban muriendo las dos bebés.. Al día siguiente, fué la operación, era con laparoscopia y láser, y falló la máquina, tuvieron que traer otra, y entre tiempo y tiempo, una de las bebés estaba muy grave porque a través del cordón empezó a perder mucha sangre, así que tuvieron que cortar el cordón y dejar que falleciera, pero sin poder sacarla de la barriga.
Al cabo del tiempo, pedí el historial de todo el embarazo y por supuesto, no consta nada de todo esto.
Mi hija nació por forceps y siempre ha sido muy llorona, hasta que a los 7 meses su cerebro se puso a 0… Dejó de balbucear, comer, masticar, incluso dejó de mirarnos… Creíamos que era una otitis y a la semana en la revisión, nos dieron el diagnóstico de Trastorno del espectro autista.
Fue muy muy duro, ya que a la vez estaba embarazada de mi segundo hijo… Estaba pendiente de mi hija 24h deje a un lado mi empleo durante un tiempo, y todo era ella, mi niña, no paraba de hablarle, de cogerle la cabecita y que no le diera miedo mirarme o tocarle la carita sin un gesto suyo de apartarse…. Hasta que conseguí casi todo!!! Darle besos, abrazos, que me mirara, que MUY de vez en cuando me dedicara una sonrisa, me cogía la mano para enseñarme lo que quería, o me lo decía a gritos ya que era un autismo severo no verbal…..
Llegó el momento en el que me imitaba con gestos, así que deje a un lado los pictogramas y empezamos con lenguaje de signos-bimodal y así estuvimos 4 años, hasta que a los 8 años me empezó a hablar!!! Y pude escuchar el ansioso mamá te quiero!!! mi estrella, mi corazón, mi amor… Ella es mi vida… Hemos luchado mucho, y seguimos luchando, ahora con 14 años seguimos nuestra batalla, somos fuertes, somos luchadoras y tenemos a nuestro lado a dos hombres que nos adoran… Su padre y su hermano. Somos una familia azul.
Rossi
Educar en valores.
Después de toda la avalancha de comentarios de un lado y de otro con todo lo sucedido por aquí con respecto a la discafobia, he sacado en claro varias cosas:
1) Es totalmente necesario que eduquemos a nuestros hijos en el respeto y en la empatía. Que sepan respetar y tender la mano al que más lo necesite. Aceptar, querer y ayudar, si es necesario, a quien es diferente, sea cual sea su diferencia.
2) Despojarnos de prejuicios, de todo tipo. Ya basta de justificarnos en que antes era así o asá, tenemos todos los medios a nuestro alcance para informarnos y debemos hacerlo por nuestro bien, y el de nuestros hijos.
3) Educarnos y educar a nuestros hijos en el respeto a la diversidad. Inculcarles valores como la solidaridad, la tolerancia y la comprensión. No podemos olvidarnos, de que nosotros, somos su ejemplo para todo, lo bueno y lo malo. Si en casa escuchan comentarios homófobos, racistas, discriminatorios contra cualquier persona, lo verán como algo válido y normal; y lo repetirán.
4) Debemos enseñar a nuestros hijos habilidades sociales que les ayuden a sentir empatía hacia sus compañeros y amigos, y sobre todo que empiecen a expresar lo que sienten con asertividad.
5) Enseñar a nuestros hijos, dándoles todas las herramientas a gestionar sus emociones. Gestionar de manera positiva las emociones es saber reconocerlas y adaptarlas en intensidad, duración e impacto a la situación en la que está nuestro hijo. Se nos olvida que las emociones vienen de serie, pero manejarlas son unos extras que debemos trabajar.
6) Y con respecto a lo anterior, tener muy en cuenta, que si ya es difícil con un niño neurotípico (que no tiene ninguna alteración ni trastorno en el neurodesarrollo), cuando hay cualquier neurodiversidad (Tdah, asperger, autismo, etc.), cuando hay un retraso en el desarrollo madurativo, cualquier trastorno genético, etc; es muchísimo más difícil aún. Y debemos ser conscientes de ello, y hacer ver y educar a nuestros hijos en entenderlo.
Y como siempre me enrollo mucho, pero por favor; EDUCACIÓN y RESPETO.
Trabajemos para que tengamos hijos empáticos, hagamos hincapié en darles unos valores: humildad, gratitud, tolerancia, honestidad, responsabilidad, compromiso… Eduquémosles en el respeto y en la diversidad; que les de igual su color de piel, su peso, su pelo, si es chino, colombiano o árabe, si tienen una mamá, dos, un papá o dos, o sólo uno de ellos; que desde pequeñitos aprendan a respetar las diferencias sean del tipo que sean. Que hagan iguales las diferencias. Y que, por favor, no se vuelva a repetir el odio generado hacia un colectivo tan vulnerable como son las personas, los niños en este caso, con discapacidad, que la discafobia se extinga como cualquier otro tipo de discriminación, odio o aversión hacia el colectivo que sea.
Kiahra @kiahrita
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