¿Cómo identificar y comprender a la mamá de un niño con autismo?
– tiene ojeras permanentes (porque su hijo presenta trastorno del sueño).
– se obsesiona con rutinas (para evitar las rabietas de su hijo).
– se desespera si no la atienden rápido (porque necesita hacer todo muy rápido).
– no pide ayuda, pero la necesita.
– sus conversaciones son precisas, directas, y cortas, no tiene tiempo para andar con rodeos (porque debe estar en constante vigilancia).
– no usa zapatos de tacón (tiene que correr rápido tras de su hijo).
– se ve mayor de lo que es realmente (porque no descansa lo suficiente).
– es intensa (aunque su hijo no reconoce las emociones, ella se desborda en tristezas, alegrías, preocupaciones, etc.)
– no es exigente, no se hace grandes expectativas.
– nunca olvidará a aquellos que han sido buenos con su hijo… pero tampoco a los que lo han ofendido.
– es organizada aunque su vida parezca un caos.
– aprovecha al máximo su tiempo.
– es casi intolerante a las quejas de las madres que se dedican poco a sus hijos.
– es muy observadora (detecta lo que puede detonar un cambio de conducta de su hijo).
– aunque se ve nerviosa, es muy paciente.
– lo que para los demás es sencillo, a ella le causa pánico (cruzar una calle con el niño de la mano, ir a un parque, viajar en avión) aún así será valiente.
– su angustia es constante, es por hoy, por mañana, y por cuando ella falte.
– doblará su orgullo, para lograr la inclusión de su hijo.
– se levantará rápido después de caer en llanto.
– se le ve un aire de amargura, pero se despierta cada mañana siendo positiva.
– se convierte en fiera si te atreves a agredir la dignidad de su hijo.
– se transforma en ángel cuando ve sonreír a su hijo.
Si conoces a una, nunca la compares, sólo abrázala fuerte.
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